El Pont Romà de Pollença ha sufrido una nueva acción vandálica: pintadas varias en la roca y el muro que sustenta los dos arcos que conforman la construcción, dentro de la bóveda.
Las pintadas no tienen interés: corazones, letras y símbolos difícilmente inteligibles. A juzgar por su aspecto, parece obra de alguna pandilla de adolescentes. El problema es que se ha hecho sobre bloques de piedra y que se ha deteriorado uno de los monumentos más emblemáticos y queridos de Pollença.
«Trataremos de eliminarlas lo antes posible. Lo que pasa es que no es tan sencillo como parece», explicó Tomeu Cifre Bennàssar, regidor de Urbanismo. Cifre añadió que se ha avisado ya a la Policía Local para identificar a sus responsables.
El Pont Romà fue declarado monumento histórico-artístico nacional en 1967. La Gran Enciclopèdia de Mallorca dice que posiblemente fue edificado en el siglo V para traer agua a Pol·lèntia, pero otros historiadores consideran que su origen es medieval. Hasta el siglo XIX, era el único puente sobre el torrente de Sant Jordi.