Aina, la matriarca de la familia propietaria del local que han tenido cinco años alquilado como sede al PP de Inca, ha quedado «muy sorprendida» por el mal estado en que le han dejado el inmueble, situado en la Plaça del Blanquer. La dueña se ha puesto en contacto con su abogado para que emprenda las acciones que crea convenientes. El PP lo ha abandonado y ha alquilado uno más barato en la esquina de las calles Califòrnia y Vent.
Este miércoles un nieto de Aina rascaba las paredes intentando mejorar su mal estado. Mientras, Aina afirma que el PP aún le debe tres mensualidades y las facturas del agua potable.
Los mayores desperfectos se encuentran en el falso techo, donde faltan piezas. «El PP ha dejado los cables al aire». Otras piezas de falsos techos tienen agujeros circulares en el centro. Las paredes «están llenas de rascadas, agujeros de berbiquí y restos de cola o pegamento. Habrá que adecentarlo todo». A su vez, los grifos de los cuartos de baño «tendrán que ser cambiados. Están repletos de herrumbre». Pero lo que más molesta a Aina es el enorme adhesivo del partido que ha quedado pegado y abandonado en la cristalera de la entrada, que mide unos ocho metros cuadrados. «Me han dicho que para quitarlo hará falta un soplete. Son muchos gastos. No comprendo como el PP me ha podido dejar el local de manera tan impresentable».
Ahora está en manos del abogado de la familia decidir si actúa por daños y perjudicios.