El Ajuntament de Inca (copropietario mayoritario de los terrenos del Constància con 150 participaciones) ha intensificado la búsqueda del resto de socios (hasta sumar 450) con el objetivo de desbloquear la situación de ‘alegalidad' que ha sumido el complejo deportivo en un estado de deterioro imparable.
La cesión de uso que hicieron los socios para que el club pudiera utilizar el campo caducó hace cerca de veinte años y es necesario reunir en asamblea a los accionistas para poder renovarla. Se trata de un requisito imprescindible para que el Ajuntament pueda invertir en acondicionar la propiedad porque la ley impide que invierta en instalaciones que no son de su propiedad o sobre las que no dispone de un título de cesión del uso.
De momento solo cinco propietarios han respondido formalmente al anuncio del Ajuntament, según informó el regidor Gori Ferrà que no obstante explica que «pensamos que muchos más acudirán a la reunión que se convocará previsiblemente a lo largo de esta semana y que se celebrará antes de que acabe el mes».