Hay historias que pasan de generación en generación. Es el caso del ataque pirata de los otomanos capitaneados por Ariadan Barbaroja, vivido en Andratx en 1578 y del que los locales salieron vencedores gracias al papel vital que jugaron sus mujeres.
Pasaban pocos minutos de las 19.30 horas cuando los obreros y los payeses, acompañados por la música de los xeremiers fueron a buscar, casa por casa, a las Madones 2015.
Fue el inicio de una fiesta que se prolongó hasta bien entrada la noche. La comitiva de mujeres, personajes históricos, obreros, payeses y animales recorrió todo el pueblo hasta pararse a la altura de la Creu de sa Costa, donde se realizó la tradicional ofrenda floral y se cantó la Balanguera.
Posteriormente, ya en la iglesia, se pudo escuchar el Sermó dels Moros y el Cant dels Goigs para, a continuación, dirigirse a la plaza para disfrutar del tradicional y vistoso Ball de Ses Madones, uno de los momentos más celebrados.