La aplicación en Magaluf de la nueva ordenanza cívica aprobada por el Ajuntament de Calvià se ha saldado con 86 denuncias durante la primera quincena del actual mes de julio. De todas ellas, 66 corresponden a denuncias por venta ambulante y solo tres son relativas al consumo de alcohol en la vía pública o a la celebración de excursiones etílicas sin la preceptiva licencia, además de otros cuatro por exceder el nivel acústico autorizado, manipular el limitador de sonido o por no tenerlo. También se han cursado dos denuncias por publicidad fuera de la zona autorizada y por realizar publicidad dinámica oral sin la preceptiva licencia. Otras siete por no respetar el horario de cierre los locales y tan solo una por faltas de respeto a la autoridad competente.
Desde el Consistorio presidido por el alcalde Alfonso Rodríguez Badal (PSOE) reconocen que la Policía Local de Calvià está llevando a cabo un trabajo más «disuasorio e informativo» que coercitivo, conminando a los empresarios y a sus clientes a cumplir la ordenanza.
Las escasas denuncias por consumo de alcohol en la calle o la celebración de excursiones etílicas sin la preceptiva licencia pueden obedecer a dos causas: una, que la práctica totalidad de los establecimientos de ocio nocturno para jóvenes cumplen con las exigencias de la ordenanza o, dos, que la normativa ha conseguido cumplir con uno de sus objetivos: hacer del pub crawling una actividad económicamente inviable.