El IV Plan General de Defensa contra Incendios Forestales aprobado recientemente por el Govern obligará a las zonas urbanas cercanas a áreas boscosas a tomar medidas de prevención de riesgos en caso de fuego.
Desde la Conselleria d'Agricultura, Medi Ambient i Territori señalan que los incendios de los últimos años (principalmente el que se originó en julio de 2013 en Andratx) han puesto en evidencia la situación de vulnerabilidad que presentan numerosas zonas de «interfase urbano–forestal» y las dificultades con las que se encuentran los operativos de extinción a la hora de acceder a ellas. Por ello, el departamento presidido por el conseller Biel Company ha puesto en marcha un programa de gestión informativa y promoción de la «cultura del riesgo», así como de seguimiento en el cumplimiento de la normativa de prevención y de autoprotección en zonas de alto riesgo en las mencionadas áreas de interfase urbano–forestal.
Acciones
Andratx, Calvià y Artà son los términos que cuentan con más áreas urbanas anexas a zonas forestales y serán éstas las primeras que deberán tomar medidas para evitar el alcance de las llamas.
Así, el Govern insta a los propietarios de fincas y residentes en urbanizaciones situadas en áreas de interfase urbano–forestal a adoptar acciones preventivas tales como la poda, tala o desbroce alrededor de la vivienda o urbanización para crear una franja de seguridad. En el caso de viviendas aisladas, esta franja de seguridad deberá ser de 50 metros, mientras que en el de zonas residenciales deberá ser de 30. Asimismo, también pide que las vías de acceso a estas zona estén desbrozadas en un mínimo de 10 metros a cada lado del camino.
Finalmente, también se solicita a los propietarios que no acumulen materiales o plantas que propaguen más el fuego, y que faciliten el acceso de los bomberos a las tomas de agua exteriores despejando las entradas en una perímetro de 2,5 metros.