El GOB aplaude la decisión del Ajuntament de Artà de impedir que prospere la petición de un particular para montar un chiringuito desmontable en la playa de sa Canova, un lugar protegido que pese a todo no está del todo a salvo.
Los ecologistas apuntan que este rincón ya fue amenazado en 2013 por un borrador de anteproyecto urbanístico que planteaba la construcción de 200 bungalows encima de la arena.
Sa Canova es una de las 47 zonas ANEI de la isla, lo que la convierte en un lugar vetado al urbanismo y que requiere especial protección.
Antes de reconocerle su valor, en los años 90, fue uno de los iconos de la protección de los espacios naturales de Mallorca, con una gran movilización para evitar su urbanización, en la que se quisieron implicar artistas como Barceló, Mariscal y Tàpies.
Los activistas insisten que ahora, al igual que lo fue entonces, la iniciativa municipal será fundamental para garantizar la protección de este entorno.