El obispo Javier Salinas ha iniciado en Manacor la que es su primera visita pastoral en la Diócesis de Mallorca. La novedad es que, siguiendo los criterios del papa Francisco, lo hace con carácter de proximidad reuniéndose con religiosos, feligreses, asociaciones y visitando enfermos en sus domicilios.
Este marte durante un encuentro con los medios de comunicación, mostró su predisposición para mediar entre los dominicos y el Ajuntament de Manacor para la cesión de la ermita de Santa Llucia para que ésta entre a formar parte de la red de refugios y casas rurales municipales. El objetivo es evitar la degradación «de un bien apreciado por el pueblo».
El obispo explicó que su visita pastoral «deja de lado protocolos desde una nueva forma de trabajar, escuchando a la gente, yendo a las periferias y yendo a buscar a la gente, a acogerla».
Salinas convivirá durante una semana con los vecinos de municipio. El pasado lunes visitó una quincena de casas particulares atendiendo a enfermos y ofreciéndoles la comunión, realizando también una conferencia en la sede de la Obra Cultural Balear. Durante los próximos días, el obispo visitará los colegios concertados de la ciudad y continuará con las reuniones con el tejido asociativo y religioso del municipio.