Vecinos de la urbanización ubicada en la calle Mare Selva de sa Coma se han erigido en plataforma para mostrar su oposición a la prolongación de esta vía. Según manifiestan, se sienten perjudicados por el proyecto, ya que «esta zona residencial se convertirá en un carretera que absorberá todo el tráfico existente entre sa Coma-s'Illot, que ahora pasa por la calle Baladres».
Además, desde la plataforma denuncian «intereses privados» en la citada prolongación. Según explicaron a este periódico, «la apertura de Mare Selva está financiada por un empresario turístico a cambio de que el Ajuntament peatonalice un trozo de la calle Baladres, donde tiene un hotel de lujo, para quitarse el ruido del tráfico».
Exponen que «todo el tráfico en Cala Millor y s'Illot ahora pasa por la calle Baladres. Con la peatonalización se desviará por la calle Mare Selva, una calle residencial que no puede soportar mucho tráfico. Es más estrecha, hay dos parques infantiles, un campo de fútbol, centro de salud, escoleta y policía, entre otros». Por todo ello han recogido unas 400 firmas y han remitido una carta al Defensor del Pueblo solicitando ayuda.
Por su parte, el alcalde de Sant Llorenç, Mateu Puigrós, negó que la apertura de este vial fuera un intercambio e informó que no hay ningún proyecto aprobado de peatonalización de la calle Baladres, tal y como defienden los vecinos. «La prolongación de esta calle está en las normas subsidiarias de 1994», explicaba.
Puigrós aclaró que «nunca hemos hablado de peatonalizar la calle Baladres. En todo caso una semipeatonalización. Allí han de llegar camiones de carga. Sí que teníamos en marcha un plan de embellecimiento de la zona, pero no hay nada definido. Estimaremos las alegaciones de los vecinos y se pospondrá cualquier actuación en la zona».
El alcalde añadía que «desde la policía se hace un plan de movilidad con el objetivo de diversificar y repartir el tráfico. Por ello se plantea hacer una modificación de normas para abrir un nuevo vial paralelo a la calle Mare Selva».