El alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre Ochogavía, remitió este martes a la Guardia Civil el parte policial que resume el incidente vivido el pasado viernes cuando pillaron a Joan Morro, hijo del empresario Rafel Morro, intentando grabar con su móvil la comparecencia de Cifre Ochogavía y su abogado, Miquel Ripoll, en la que daban cuenta, a puerta cerrada, de la apertura de diligencias previas contra el alcalde por un presunto delito de prevaricación urbanística relacionado con la paralización de la urbanización del Vilà.
Cabe recordar que Rafel Morro es uno de los testigos del caso propuestos por el abogado Leopoldo de Miguel, que fue el que denunció la presunta prevaricación urbanística en la Fiscalía. Hay otros testigos propuestos que guardan algún tipo de relación con urbanizaciones paralizadas en el término municipal.
El alcalde, Bartomeu Cifre Ochogavía, lleva semanas mostrando sus sospechas sobre la participación de Morro en el caso de quien dice que «tiene una enemistad manifiesta hacia mi persona» por lo que el intento de grabación de Joan Morro el pasado viernes cobra especial relevancia.
El alcalde comunica ahora a la Guardia Civil los hechos acontecidos el viernes en el Ajuntament de Pollença por si fueran constitutivos de algún tipo de falta o delito.
Mientras tanto, las diligencias previas por presunta prevaricación urbanística abiertas en el juzgado de Inca están a la espera de que Leopoldo de Miguel ratifique el escrito de denuncia que presentó a la Fiscalía. Tiene diez días para hacerlo.