Este lunes se cumplieron 20 años de la protección definitiva de sa Dragonera. El 26 de enero de 1995, el Butlletí Oficial de les Illes Balears publicaba la declaración de la isla situada frente a la costa de Andratx como parque natural. Una protección que tuvo su origen el 14 de julio de 1988, cuando el pleno del Consell de Mallorca, presidido a la sazón por el malogrado Joan Verger, aprobó la compra de la sa Dragonera por 280 millones de pesetas.
Pero la decisión del Consell de adquirir la isla estuvo precedida por una memorable movilización popular que, años antes, había exigido ya su salvaguarda frente a la ejecución de los proyectos urbanísticos que planeaban sobre su paisaje.
Tal movilización también tuvo un génesis que hay que situar en el 7 de julio de 1977 con la ocupación pacífica de sa Dragonera por parte de los jóvenes, entonces libertarios, del grupo ‘Terra i Llibertat’, con sede en el bar Talaiot Corcat de la palmesana calle Antillón.
Lo que, tal vez, no sospechaba entonces este colectivo era que su acción fuera a tener el efecto llamada al que respondieron gentes de toda Mallorca. Tan masivo apoyo popular concitó todo tipo de adhesiones, algunas hasta insospechadas, como la de la Guardia Civil, que, tras desembarcar en la isla para investigar su ocupación, dejaba constancia de neutralidad en el asunto.
Sin embargo, el espaldarazo definitivo a las reivindicaciones ecologistas lo dio el entonces presidente de la Diputación Provincial, Gabriel Sampol, estampando su firma en contra de la urbanización de sa Dragonera. Finalmente, en enero de 1984, tras repetidas manifestaciones en Palma, la Audiencia Nacional dejaba sin efecto la orden ministerial de 21 de noviembre de 1980 que permitía la cimentación de la isla.