La lluvia deslució este martes por completo uno de los actos más históricos de Pollença y provocó que la procesión de los Cavallets, que se celebra cada año en la localidad durante la festividad de Sant Sebastià, se trasladara al interior de la iglesia.
Los jóvenes Tomeu Colom y Cristòfol Llompart fueron los encargados de bailar con los Cavallets que salieron por última vez antes de que sean renovados.
La decisión del Consistorio se centra en que los caballos actuales, uno negro y el otro pintado de marrón, no se asemejan morfológicamente a las figuras antiguas.
Los Cavallets, que estuvieron acompañados por el Estandard, Josep Cerdà, danzaron en la residencia, en la iglesia y en el Convent y terminaron con el baile de les Taules.