El presidente del Reial Club Nàutic de Pollença (RCN), Allan Ponte, ha comunicado formalmente al Govern la intención de prorrogar la concesión más allá del 2018, fecha en la que finaliza el contrato actualmente vigente.
El RCN gestiona desde hace 27 años los amarres del Port de Pollença. En la actualidad dispone de 375 amarres en régimen de propiedad o arrendamiento, pero hace una década que se habla de una posible ampliación.
La anterior directiva del club inició en marzo de 2014 la tramitación del proyecto de impacto para habilitar 70 nuevos amarres para embarcaciones de 25 metros, pero solo una prórroga de los derechos de explotación, más allá del 2018, permitiría amortizar la inversión necesaria.
Las negociaciones no serán fáciles y es que en los últimos años el RCN y el Govern mantienen una disputa abierta por la subida del canon anual, que ha pasado de 22.000 euros a 280.000 euros, poniendo al club en graves aprietos económicos.