Hace unos 30 años las fiestas de Sant Antoni en Manacor eran minoritarias, hoy en día se ha pasado a una masificación difícil de controlar.
Así, tanto el Patronat como el Ajuntament han manifestado su preocupación ante la avalancha de gente en los últimos años y han hecho una llamada a la población al sentido común y al respeto para recuperar y dignificar estas celebraciones.
La presentación del programa de fiestas de este año sirvió para dejar constancia de la «preocupación existente» por la seguridad durante los diferentes actos festivos que se desarrollarán a lo largo de 10 días.
Otra de las inquietudes que se han mostrado es la concurrencia de los caballistas, que se desplazaban entre las calles de la ciudad durante la víspera de Sant Antoni para ver los foguerons.
El año pasado hubo algún que otro incidente lo que ha llevado al Consistorio a activar un protocolo de seguridad.
La regidora de Festes, Maria Bover, explicó que «hemos mantenido una reunión con los caballistas y se han mostrado todos de acuerdo. Solo podrán circular, en la víspera, hasta las 20 horas. Saldrán todos en grupo desde la plaza Madrid y se establecerá un recorrido e irán escoltados por agentes de seguridad».