El Ajuntament de Sóller ingresará 800.000 euros procedentes del porcentaje de la venta de una de las propiedades dejadas en herencia por la Hija Ilustre Adela Oliver, fallecida en 2002.
En su testamento Oliver dejó esta disposición a favor del municipio de Sóller.
Se trata de la lujosa finca Vistamar, ubicada en el municipio de Valldemossa que según fuentes cercanas a la operación se ha vendido por 9 millones de euros.
La cantidad que corresponde al Ajuntament es, por disposición testamentaria, un 10 por ciento del producto del que se descontarán los correspondientes impuestos.
Según fuentes municipales la finalidad de este dinero viene de una parte fijada por el testamento ya que Adela Oliver dispuso que se dedicara a la construcción o mantenimiento de una residencia, una instalación que el Consistorio ya no necesita ya que tiene cubierta la necesidad por parte del geriátrico privado Bell Entorn que se construyó en terrenos cedidos por el Ajuntament.
La finca vendida data de principios del siglo XX y funcionó como hotel hasta 2003.