Las dependencias de Lluc hasta ahora inaccesibles a los visitantes convencionales, podrán visitarse próximamente.
Así, zonas como el Corredor dels Papes, el refectorio en el que comen los frailes o las instalaciones reservadas a los blauets, se abrirán al público.
La comunidad de Missioners dels Sagrats Cors, que gestiona el santuario gracias a un acuerdo con el Obispado han decidido abrir esas zonas a las visitas guiadas.
«Será solo los sábados, a grupos de 5 o 6 personas como mínimo y una docena como mucho», explica el prior, Antoni Vallespir.
También podrán visitarse el archivo y el coro de la basílica.
Habrá una pequeña exposición de documentos históricos relevantes de Lluc, así como una selección de presentalles (objetos o grabados que los peregrinos ofrendaban a la Mare de Déu tras recibir su gracia).