El pequeño oratorio de Castelló, del siglo XVII, situado junto al camino histórico del mismo nombre que une los municipios de Sóller y Deià, se encuentra en una avanzado estado de degradación.
La estructura de este pequeño templo sigue desmoronándose poco a poco después de décadas de abandono y, lo poco que queda, se sostierne únicamente gracias a una anillo de hierro que se colocó en el año 2000 a instancias del Ajuntament. Fue entonces cuando el Consell de Mallorca empezó a plantearse su recuperación.
Catroce años después y a pesar de que existe un proyecto aprobado y que el Consell acordó el pasado diciembre destinar a su recuperación 259.000 euros, las obras siguen sin realizarse y el peligro de que se desplome completamente esta pequeña iglesia rural es cada día mayor.