La incesante lluvia que cayó durante el domingo pasado deslució por completo las ferias de Llucmajor, Felanitx y Maria de la Salut.
Algunos atrevidos optaron por montar sus puestos, pero fueron muy pocos los visitantes que decidieron salir a pasear por las calles de los pueblos en fiesta.
Llucmajor, que ayer celebró la XIV feria artesana en el Passeig de Jaume III, vio cómo sólo montaban 10 de los 21 puestos que tenían previsto hacerlo. Aun así, se celebraron algunos talleres para los más pequeños y hubo ambiente durante los momentos en que la lluvia daba una tregua.
De la misma manera se vivió la feria de Maria de la Salut, más conocida como el Baratillo des Pla. Los amantes de los objetos antiguos o de coleccionista se tuvieron que parapetar bajo el paraguas para intentar encontrar la mejor ganga.
En el caso de Felanitx, los vecinos esperan más que nunca la llegada de la feria del Pebre Bord de finales de octubre, después de que el mal tiempo desluciera ayer la feria de Sant Miquel, que se celebró en las calles del centro de la localidad.