Las fiestas de Moros y Cristianos, con gran tradición en numerosas zonas de España desde finales del siglo XVI, optarán a la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, según han aprobado hoy por unanimidad los grupos políticos en el Congreso de los Diputados.
La inclusión de esta fiesta en la lista de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) asegurará la pervivencia de una tradición muy arraigada en España, según la proposición presenta por el PP en la comisión de Cultura del Congreso.
Las fiestas de Moros y Cristianos tienen como escenario un total de 220 poblaciones de 21 provincias de España, destacando sin duda un particular arraigo que han adquirido en la provincia de Alicante, y resaltando sobre todo por su espectacularidad las de Alcoy que incluso, están declaradas de Interés Turístico Internacional. Aquí en la Isla las batallas de Pollença y Sóller son de las más porpulares.
Una fiesta que refleja el enfrentamiento entre tropas musulmanas y cristianas durante el siglo XIII, pero que, lejos de exaltar la victoria de uno u otro bando, hoy día supone una «homenaje lúdico» a las diversas culturas, como han coincidido en señalar hoy los representantes del Grupo Mixto, el PSOE y el PP.
La sensibilización de la opinión pública hacia la riqueza que representan estas fiestas, que se celebran desde el siglo XVI, constituye un requisito indispensable para alentar a las autoridades públicas a adoptar medidas jurídicas y administrativas de salvaguardia para asegurar su trasmisión, ha explicado el PP.
De prosperan la iniciativa aprobada hoy, las fiestas de Moros y Cristianos se unirá a otras que ya están en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de la Unesco, como El Misterio de Elche, La Patum de Berga, La fiesta de los Patios de Córdoba (2012), La Mare de Déu de la Salut, los Tribunales de regantes, el Canto de la Sibilla de Mallorca y el Silbo Gomero, entre otros.