La plaza de la Vila de Santa Margalida acogió ayer una nueva edición de la Mostra de l'Ametlla, un evento todavía joven que propone resaltar los valores de este fruto seco, sus usos, y recordar que la Mallorca del siglo pasado no se puede comprender sin tener en cuenta la importancia de su cultivo.
La Mostra dispone dos partes diferenciadas: una explica el proceso de cultivo, cosecha y manipulación del fruto seco según la tradición mallorquina; la otra da fe de los nuevos usos que se da al producto. Las exposiciones de teles, garrots, máquinas de pelar y trencar del siglo XX y las demostraciones de triar o trencar bessó pertenecen a la primera parte. En la segunda se exponen y venden sofisticados productos (alimentación, cosméticos...) elaborados a partir de ese fruto seco.