El Ajuntament d'Andratx precintó en la tarde de ayer un local del Port tras ser denunciado por exceso de ruidos y vender bebidas alcohólicas a jóvenes menores de edad. Una patrulla de la Policía Local se desplazó ayer al Port d'Andratx para comunicar a la propiedad del establecimiento de restauración la resolución del departamento municipal de Comercio que dirige la teniente de alcalde Katia Rouach de precintar el local durante 72 horas.
Por su parte, el alcalde Llorenç Suau (PP) manifestó a este diario que, antes de adoptar esta drástica decisión, el dueño del bar–restaurante ya había sido apercibido en varias ocasiones, sin embargo, a juicio de las denuncias vecinales, no había cesado en estas prácticas irregulares.
Reincidencia
Suau pone el acento en la reincidencia, tanto en el ruido por encima de los decibelios permitidos, como, lo más grave, en la venta de alcohol a menores. El alcalde reconoce que situaciones de esta índole no son generalizadas en el Port. Sin embargo, tras los precedentes vividos en el municipio vecino de Calvià, concretamente en la zona de Punta Ballena, en Magaluf, el Consistorio que preside aplicará ‘tolerancia cero' a todo actividad que promueva los excesos y mine el derecho al descanso de los residentes. «No quiero que el Port d'Andratx se desmadre», sentencia Suau.
Desde el Consistorio apuntan que tras finalizar el precinto temporal, el establecimiento podrá volver a abrir sus puertas, aunque probablemente deberá hacer frente a una sanción económica.