Amaneció ayer Alaró bajo una fina pero constante lluvia que amenazó desde primera hora con aguar las fiestas patronales. A las diez en punto de la mañana, guarecidos bajo los arcos del Ajuntament, los Cossiers y la Dama iniciaron su tradicionales danzas ante la mirada de un nutrido grupo de incondicionales que no quisieron perderse una de las escenas más vistosas de las fiestas.
Hubo tímidas persecuciones del Dimoni a los niños pero el resbaladizo pavimento limitó los movimientos y la fiesta.
Alaró recuperó en 1992 los ancestrales bailes de los Cossiers, desaparecidos en los años cuarenta, y desde entonces, con motivo de las Fiestas de Sant Roc, repiten sus danzas populares por las principales calles de la localidad, con parada obligada en las casas familiares de sus miembros y a las puertas de la casa del alcalde de turno.
Ayer, el recorrido se recortó por la lluvia. Al margen del primer baile en los bajos del Ajuntament, Cossiers y Dama realizaron un itinerario desde el Consistorio hasta el recinto donde se realizan las populares carreras del Cós, en las que los Cossiers participan junto al resto de vecinos del pueblo.
Si el año pasado fue la Dama quien se impuso en la carrera, ayer fue el cossier azul, Gabriel Simonet (hermano del alcalde de Alaró, Joan Simonet), quien se hizo con la victoria y se llevó a casa el gallo.
La lluvia tuvo en vilo a la organización, que hasta el último momento fue adaptando la fiesta a la medida de las necesidades.
Tras la mañana de juegos, por la tarde, durante la celebración de la misa en la iglesia parroquial, los Cossiers interpretaron el tradicional baile de L'Oferta. S'Embull, Gentil Senyora, La Cadena y La Processó son bailes característicos de los Cossiers de Alaró.