Tras la privatización del suministro de agua potable y de las nuevas pistas de pádel que se construirán en el polideportivo, el anuncio de que el equipo de gobierno municipal del PP convocará un concurso público para que una empresa privada construya y gestione la venta de tumbas en el cementerio municipal ha vuelto a disparar las alarmas.
El PSOE y PSM-Esquerra-Independents de Binissalem denunciaron ayer lo que consideran como una «nueva operación privatizadora de servicios municipales».
Nueva fórmula
El equipo de gobierno del PP plantea el proyecto como una nueva fórmula que permitiría ampliar el cementerio satisfaciendo la demanda de tumbas, «sin coste alguno para el Ajuntament». La fórmula en cuestión consiste en convocar un concurso público con un pliego de condiciones que fijará un precio máximo de venta por tumba (aún por determinar) para que una constructora ejecute las obras y tramite la venta, aunque el Ajuntament, como propietario del suelo, será quien figure como vendedor final. El Ajuntament ingresará 350 euros por unidad de enterramiento en concepto del valor del suelo público. Una vez finalizadas las obras y vendidas las tumbas el Ajuntament recepcionará la obra y se encargará del mantenimiento de la nueva zona del mismo modo que se ocupa del mantenimiento del resto del cementerio municipal.
El teniente de alcalde, José Fernández, informa de que el Ajuntament baraja una lista de solicitudes de compra con 8 años de antigüedad y ahora está contactando con los solicitantes para comprobar si siguen interesados en la compra de nichos. El proyecto prevé habilitar 192 unidades de enterramiento de las que 144 son nichos y 48 tumbas individuales. Los vecinos interesados deberán firmar un compromiso de compra y solo se construirán las tumbas que realmente tengan un comprador asegurado.