Ha tardado dos años en llegar pero finalmente el Ajuntament de Pollença ha recibido el informe de la Conselleria de Cultura, Patrimoni i Esports, acerca de la posible declaración de la fábrica de tapices de Can Morató como edificio en ruinas. La institución insular no está dispuesta a rebajar el nivel de protección del edificio y considera que los elementos recuperables deben ser restaurados y los no recuperables reconstruidos.
Los técnicos interpretan que «el conjunto fabril, a pesar de su deficiente conservación física, mantiene los principales valores culturales que motivaron su declaración como Bien Catalogado en febrero de 2002». El informe del Consell resalta el valor del edificio como único ejemplo de la arquitectura industrial del Nord de Mallorca destacando su estructura arquitectónica y su decoración.
«Las intervenciones permitidas serán las tendentes a recuperar la edificación, aunque sea con unos nuevos usos, conservando todo lo que sea conservable, restaurando lo que sea necesario y reconstruyendo lo que presente unas patologías tan graves que hagan imposible su restauración», sentencia el informe técnico.
El Ajuntament de Pollença había propuesto la declaración de ruina del complejo y esperaba desde hace dos años conocer la postura del Consell al respecto al tratarse de un bien protegido por un acuerdo de pleno adoptado en el Consell de Mallorca.
«Cuando se trata de un bien protegido singularmente, y como es de todos sabido, una declaración de ruina no tiene por qué acabar con la demolición del elemento, como en el caso de los inmuebles sin ninguna protección, sino bien al contrario, una declaración de ruina puede acabar con una necesidad de reconstrucción de elementos necesarios para el mantenimiento y pervivencia del conjunto fabril», advierte el Consell de Mallorca.
La fábrica, de propiedad privada, sufre un deterioro importante y fue apuntalada tras emitir el Ajuntament una orden de ejecución de obras.