Las continuas denuncias por el vertedero ilegal que en los últimos años se había generado junto al hotel Rocamar -a las que se añade el retraso de la demolición del hotel que ya debería haber ejecutado el Govern- han forzado al Ajuntament de Sóller a actuar procediendo durante la última semana a la descontaminación y retirada de residuos.
Los trabajos, coordinado per el concejal de Medio Ambiente, Joan Ruiz, han supuesto la retirada de toneladas de residuos, entre ellos más de 1.000 kilos de amianto, materiales que serán «convenientemente tratados».
La zona ha cambiado completamente de aspecto, algo que sin duda habrán advertido los centenares de excursionistas que pasan diariamente por el lugar.
Según Ruiz «parte de los áridos han sido acumulados y aplanados junto a la estructura del hotel y se cubrirán con una capa de tierra a la espera de que el Govern realice en la zona el previsto proyecto de restauración ecológica, tras la demolición del edificio, que ahora se prevé para otoño».
Los contenedores con los materiales seleccionados y preparados para ir a vertedero o a reciclaje se han dejado allí expuestos unos días, según el concejal «para que quien quiera pueda comprobar que el trabajo se ha hecho correctamente».