La de ayer fue probablemente la última visita al Teatre Principal antes de la reforma, que empezará mañana.
Dos responsables de la Unión Temporal de Empresas Coexa-Dragados, que acometerá las obras, realizaron ayer la inspección previa a la firma del acta de replanteo. El acta de replanteo es un documento que describe el estado en qué la propiedad -la Fundació Teatre Principal en este caso- entrega el edificio al que van a hacerse obras a la adjudicataria de las mismas. Parece que todo está preparado, pues, para que mañana se firme el acta y, el mismo día si cabe, empiecen los operarios a trabajar.
Además de los técnicos de Coexa y Dragados, el teatro acogió otra visita: la de un grupo de descendientes de las propietarios del teatro en 1945, el año en que se reformó (casi se construyó de nuevo) el teatro por última vez.