Un año más el Diumenge de l'Àngel, el primer domingo posterior a la festividad de Pascua, miles de personas quisieron celebrar la festividad en sus ermitas o puntos de encuentro, religiosos principalmente. Los vecinos de Llucmajor acudieron a su santuario del Puig de Randa, Gràcia. Los porrerencs hicieron lo propio en su montaña de Monti-sion mientras que los inquers tienen en el Puig de Santa Magdalena su centro espiritual de referencia.
En Porreres a primera hora de la mañana aún eran pocos los que arrancaban con la comitiva pero poco a poco y a lo largo de toda la mañana llegaron a ser cientos los vecinos de la localidad que a pie, en bicicleta o en coche subieron hasta el santuario. La misa, los bailes de gegants, el ball de bot o el concierto de la Filharmònica Porrenca amenizaron las horas antes de comer de paella o sacar de la senalleta a las ultimas panades y robiols.
El Puig de Santa Magdalena de Inca también se convirtió ayer en el punto más concurrido de la ciudad. Después de la celebración de la tradicional misa, los asistentes empezaron a cocinar las paellas en una zona habilitada por el Govern balear debido a la entrada en vigor de la prohibición de hacer fuego en las zonas boscosas. El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, no se quiso perder el evento y estuvo acompañado por los populares de Inca encabezados por el alcalde, Rafel Torres, además de otros miembros del PP autonómico como Rosa Estaràs, Gabriel Company o Margalida Duran.
En Llucmajor, los Xeremiers de sa Marina y el grupo de ball de bot Calabruix animaron una fiesta que congregó a un buen número de vecinos.