Vuelve la polémica en el seno de las asociaciones de vecinos. Las entidades representativas de los barrios de ses Cales, Llevant, ses Tapereres, na Capellera y Llevant han decidido abandonar la Federació d'Associacions de Veïnats que dirige Antoni Oliver junto a Xisco Rosselló. Dos asociaciones más estudian su salida. Los motivos son las decisiones «unilaterales» que llevan a cabo ambos dirigentes y la politización de la entidad que «realiza funciones de la oposición».
Así lo anunciaron ayer en rueda de prensa Manolo Gayà de ses Cales, Toni Perelló de na Capellera, Alfonso Uceda de ses Tapereres y Toni Mayol de Llevant. Alfonso Uceda, presidente de la asociación vecinal de ses Tapereres, afirma que «la Federació está realizando actuaciones sin el consentimiento de los otros miembros, hay cosas que no nos parecen bien».
Estas cuatro asociaciones no descartan impulsar una nueva plataforma vecinal «abierta a todo el mundo y con ganas de trabajar para los vecinos y comerciantes».
Y es que ciertas actuaciones de Oliver y su equipo han provocado la gota que ha colmado el vaso. Entre ellas, el veto al regidor de Participación Ciudadana, Joan Ginard, una reunión en la dirección general de Transportes «en la que Oliver no se tuvo una presencia digna» o la contratación de un bufete de abogados para presentarse como parte en el juicio contra la expropiación millonaria de la zona verde de la Torre Florida. Por ello consideran que «el urbanismo no es nuestro trabajo, es la oposición o el equipo de gobierno el que tiene que actuar en este tema».
Los polémicos premios Eixerevit y Bajoca tampoco han gustado. «Nosotros consideramos que lo más adecuado era promocionar un premio de reconocimiento en positivo, un galardón para criticar o poner en evidencia a alguien es de mal gusto».
En estos momentos, la Federació d'Associacions de Veïns está formada por trece entidades de las que de pleno derecho solo figuran ocho. De ellas, cuatro han anunciado su salida y dos más estudian también su separación de la federación.