Ses Covetes es el nombre del pequeño núcleo costero de Campos, habitado en la mayoría de viviendas por porrerencs pero que durante años ha sido famoso por una construcción inacabada de trece bloques de casas que tenían que servir para ofrecer 68 apartamentos a los pies de la playa más famosa y visitada de Mallorca, es Trenc. Hoy, dos de abril, se cumple un año del inicio del derribo de estas edificaciones que después de más de 19 años de controversias judiciales tras la denuncia del PSM y el GOB los tribunales ordenaron la demolición.
El aspecto que presenta ahora el solar de Torre Marina es el de una zona en plena reforestación, centenares de pinos, tamarells y diferentes arbustos van poco a poco creciendo para volver a dar a la zona el aspecto de antaño. Y los turistas que visitan por primera vez es Trenc no pueden imaginarse la decena de construcciones que poblaban hasta hace un año el lugar.
El derribo de los apartamentos hemos de recordar que contó con diferentes controversias, al principio el Ajuntament de Campos de manera muy hábil consiguió que tanto Govern como Consell de Mallorca corrieran con parte de los gastos de la demolición. Otro punto conflictivo, fue el reciclaje de los restos de los edificios, ocultándolos bajo los mismos terrenos evitando así un alto coste por el traslado y su tratamiento. Las obras se prolongaron a lo largo de dos meses y ses Covetes se volvió a convertir en centro de atracción para ver el trabajo de las maquinas.
Pero sin duda la estampa que se contempla hoy en ses Covetes se debe al coraje de las personas que primero denunciaron las obras, empezando por los entonces ediles del PSM en el Ajuntament, Joan Juan, Sebastià Covas y Joan Jaume Monserrat y que después ellos, otros dirigentes del PSM y socios del GOB pusieron 20 millones de pesetas para detener las obras. Es por ello que hoy gracias a su esfuerzo las plantas vuelven a florecer en los terrenos de Torre Marina, junto a la playa de es Trenc.
Sin responsables
En el último pleno ordinario del Ajuntament de Campos, el regidor de Hacienda, Sebastià Sureda, dio a conocer un dictamen por el que se concluye que en el Ajuntament de Campos no hubo ningún responsable político por otorgar la licencia de construcción a la empresa promotora y que a la postre serviría para considerar ilegales los apartamentos.