Los regidores no adscritos del Ajuntament de Pollença, Malena Estrany y Tomeu Fuster, registraron ayer a mediodía su renuncia al acta de regidores, un año y un mes después de renunciar a las siglas de la Lliga y pasarse a la oposición. Ambos alegan motivos personales y profesionales.
La noticia supone en la práctica que el gobierno municipal alcanzará por primera vez en esta legislatura una mayoría suficiente de al menos nueve regidores (quizás diez) frente a los siete que quedan en la oposición. Falta por determinar si los sustitutos de Estrany y Fuster podrán recuperar las siglas de la Lliga o deberán permanecer como no adscritos.
La siguiente en la lista de la Lliga es Marilén Capllonch, afiliada al PI, por lo que ya se da por hecha su entrada en el gobierno municipal. La mayoría está garantizada.
Una vez conocida la renuncia de Estrany y Fuster el regidor de Juventud y de la Cala, Miquel Ramon (CiU) presentó también ayer su renuncia alegando motivos profesionales. La entrada del siguiente de la lista de Ciu no variará la mayoría de gobierno.
El alcalde, Tomeu Cifre (PP) se mostró ayer cauto y agradeció la dedicación que Estrany y Fuster han prestado al Ajuntament.