A juzgar por los rostros de alegría que mostraban los niños, tanto los que se quedaron en los colegios como los que acudieron a sa Llebre, la fiesta se impuso a la disputa que han protagonizado el Ajuntament de sa Pobla y los docentes de las escuelas públicas del municipio este Sant Antoni. Todos parecían pasarlo bien, ajenos al desencuentro.
A las diez de la mañana, alrededor de 160 chavales, según las cifras facilitadas por el Ajuntament, partieron de la Plaça Major de sa Pobla en dirección a sa Llebre acompañados de padres y madres, monitores que el Consistorio había contratado a propósito, personal municipal (incluidos bedeles y operarios de limpieza de las escuelas públicas) y los regidores del equipo de gobierno, del PP. Los de la oposición, tal y como ya habían anunciado, no acudieron.
De los 160 chavales que marcharon a sa Llebre, algo más de un centenar debían ser de la escuela Sant Francesc d'Assís, colegio concertado que ya dijo asistiría a sa Llebre. El resto de chavales, un tercio de los 160, debían pertenecer a los centros públicos. Uno de los xeremiers ‘Llargo' acompañó a la comitiva de excursión, y en sa Llebre, Toni ‘Ballador' hizo algunas gloses con los chavales. Como manda la tradición, el Ajuntament les ofreció pan, botifarrons y llangonissa, que asaron en los foguerons.
Las escuelas que no fueron a sa Llebre celebraron también con alegría Sant Antoni. Montaron los propios foguerons y recibieron la visita de los dimonis de la Obreria. No parecía que echaran en falta la excursión a sa Llebre.