Alrededor de 200 plazas hoteleras y cerca de 90 viviendas vacacionales. Con esta amplia oferta turística, el municipio de Selva, alejado del mar, se ha convertido en los últimos años en un referente turístico de interior.
Como el resto de pueblos del Raiguer, Selva se había centrado históricamente en la agricultura y los oficios de montaña, la minería y la industria del calzado y la piel. Actualmente es uno de los municipios de interior de referencia en oferta turística. Las cifras hablan por si solas.
Las 200 plazas hoteleras se reparten en una docena de establecimientos ubicados en las distintas localidades del municipio, pero la mayoría se concentran en Binibona, una antigua alquería árabe situada al pie de la Serra de Tramuntana. Se trata de agroturismos y hoteles de interior. Respecto a las casas vacacionales, hay cerca de 90, en fora vila y dentro de los núcleos urbanos.
Plan de Turismo
El Ajuntament impulsa ahora la redacción de un plan municipal de turismo «para dar a conocer lo que se puede hacer en Selva, desde sus rutas senderistas a su oferta cultural y patrimonial», informó el alcalde, Joan Rotger. «A la primera reunión asistieron unas 90 personas y quedó claro que el pueblo se quiere abrir al turismo. Es una apuesta muy importante para nosotros», recalcó.
Rotger atribuyó el éxito turístico de Selva a «la calidad» de la oferta de sus establecimientos y a la posición del municipio, a medio camino de las bahías de Palma y Alcúdia y al pie de la Serra de Tramuntana.