Los máximos dirigentes de Més per Mallorca y Esquerra han cerrado filas con sus tres regidores en el Ajuntament de Manacor -Sebastià Gaià, Miquel Oliver y Joan Llodrà-, tras su imputación por los incidentes ocurridos en mayo de 2012 tras una visita del president del Govern, José Ramón Bauzá, a la sede del PP de la ciudad.
Biel Barceló (Més) acusó directamente a Bauzá de «mentir» ya que en su declaración judicial, realizada el 17 de diciembre de 2012, afirma que «se estaban tirando cacerolas, había gente con palos, con barras, varillas de hierro e insultos continuos». Por este motivo, los nacionalistas no descartan emprender acciones judiciales contra el president.
«Bauzá nos está demostrando cada día que es un mentiroso compulsivo», afirmó Barceló, que estuvo respaldado por el edil Oliver que manifestó que «ni los vídeos que están en internet, ni las fotos, ni las 300 personas que estaban allí vieron ni barras, ni palos ni varillas de hierro».
Tanto Barceló como Joan Lladó (Esquerra) se mostraron «orgullosos de nuestra gente que se manifiesta y protesta de manera pacífica y democrática».
Los tres regidores imputados defendieron su inocencia y remarcaron que «la imputación se debe únicamente a una persecución política», alertando que «quien se sale del guión que marca el PP padece sus consecuencias». A su vez, condenaron cualquier acto violento «que se pudiera haber llevado a cabo ese día». Con todo, afirmaron que «continuaremos luchando por lo que creemos y las imputaciones sólo nos animan a continuar con más fuerza».
Por su parte, Lladó concluyó que «echaremos a faltar a Matas porque al menos solo nos robaba, Bauzá nos roba la identidad y nuestra libertad criminalizándonos».
Los ediles imputados recibieron ayer el apoyo del alcalde Antoni Pastor, sus ediles de CpM, AIPC, ALM y PSOE que les mostraron su solidaridad.