El alcalde de Santa Margalida, Antoni Reus, remitió ayer una misiva al director general de Planificació, Infraestructures Educatives i Recursos Humans, Bartomeu Isern, instándole a mantener el servicio de apoyo educativo a los niños de entre 0 y 3 años con Necesidades Educativas Especiales (NESE) que están escolarizados en la guardería municipal de Can Picafort.
En la misiva, el alcalde dice tener constancia de que los maestros especialistas PT (Pedagogo Terapeuta) y AL (Audición y Lenguaje) del Raiguer dejarán de prestar «apoyo educativo» a las criaturas con necesidades especiales escolarizadas en los centros sin código de autorización (las guarderías, incluso las públicas, pero no las escoletes , que reúnen otros requisitos). La guardería municipal de Can Picafort, con dos niños con necesidades especiales, es una de ellas, pero lo mismo ocurre en otras. Un niño de 2 años sordo, por ejemplo, dejaría de recibir esa atención específica.
«Entendemos que esta es una realidad que afecta a otros municipios y localidades y que aunque el tramo 0-3 años no sea de escolarización obligatoria, una administración responsable no puede obviar», señala Reus.
Cabe insistir que a los niños con necesidades especiales escolarizados en escoletes se les prestará atención específica.