La presencia de barreras y de más de 20 agentes de la Guardia Civil ante el Convent el día de Sant Agustí provocó, por segundo año consecutivo, duras críticas de los vecinos, de los partidos de la oposición en el Ajuntament y de los miembros del colectivo de El Cosso.
El alcalde Gabriel Tauler (PP) mostró su satisfacción por el desarrollo pacífico de la jornada del pasado miércoles ya que «todo fue correcto y no hubo ningún incidente». Pero el primer edil incidió en que «ésta es la fiesta de Sant Agustí, no la de El Cosso ni la del palio».
Ante las críticas, Tauler apuntó que «han sido muchos los vecinos que me han dicho que están a favor del despliegue policial y que lo consideran adecuado». En vistas al año que viene, el alcalde afirmó que «no hay nada decidido al respecto, es más, estamos abiertos a todo aunque esperaremos al último momento para tomar la decisión final sobre el tema». Desde El Cosso se reincide en que «estamos en contra de las barreras y de la presencia de la Guardia Civil ya que lo único que hacen es deslucir la fiesta», concluyendo que «los felanitxers tenemos derecho a ver los bailes de los Cavallets donde siempre y disfrutar de nuestra fiesta».
En el mismo sentido se pronunció el portavoz del Bloc, Joan Xamena, quien manifestó que «se ha demostrado que el despliegue era un sinsentido y que todo transcurrió con normalidad. No es necesario tanto lío».
Desde el PSOE, Antoni Nadal exigió al alcalde que «recapacite y que nos deje vivir las fiestas en paz, somos un pueblo pacífico».