«No necesitamos este tipo de turismo de 'botellón'». Con estás palabras del presidente de la Associació de Comerciants de la Platja de Muro, Pep González, se define un sentimiento unámime entre los vecinos de la zona, los políticos y los mismos comerciantes, ante la situación que se vivió el pasado domingo con la presencia de miles de jóvenes que participaron de la una macrofiesta en un local instalado junto a la playa, el Royal Beach.
González, que manifestó que hablaba en nombre propio, ya que no todos los comerciantes de la zona habían mostrado su queja, señaló que «no necesitamos este tipo de fiestas para el turismo familiar que tenemos en la Platja de Muro». Por su parte desde la Associació Hotelera, pese a las quejas de algunos turistas ubicados en sus establecimientos, han rechazado realizar ningún tipo de declaración y opinar sobre este tema. Por su parte al cierre de está edición el alcalde de Muro, Martí Fornés y el regidor de Fiestas, Nadal Muñoz, ambos de CDM no habían respondido a las llamadas de este diario.