La reforma del Teatre Principal de Inca ya es una realidad des de ayer en que se iniciaron las obras de derribo de los dos bloques de edificios anexos y que tienen que servir para dotar al viejo edificio de las necesidades de seguridad y funcionalidad que necesita cualquier espacio de estas características. Ayer también se ponía fin a los más de cinco años que lleva cerrado el teatre inquer, y que tras varios proyectos y vicisitudes ahora cuenta con un tercer proyecto pero «asumible».
Las previsiones de demolición de los edificios indican que en una primera fase se realizará una demolición manual e interior de las edificaciones de las calles Teatre y Martí Metge. Para posteriormente realizar un trabajo de descombro mecánico.
Según la estimación de los técnicos, la rehabilitación total del Teatre debe costar 4,83 millones de euros, un dinero que aportarán la Unión Europea (dos millones) y los propietarios del inmueble (Govern, Consell y Ajuntament, a partes iguales). Después de los trabajos de demolición que ahora se inician los responsables municipales manifiestan que las previsiones son de adjudicar la construcción y rehabilitación del nuevo teatro antes de fin de año y que estén acabadas en junio de 2015, tal y como impone el calendario la ayuda de la UE.
Con el proyecto actual se prevé que la zona que ocupan en la actualidad las casas que se empiezan a derribar sea ocupada por una pequeña plaza que servirá para acceder al edificio. El aforo del teatro será de 554 espectadores. El escenario contará con una superficie de 146 metros cuadrados y en el segundo piso se habilitará una sala de conferencias o exposiciones. El edificio pretende convertirse en emblema cultural y artístico de la comarca del Raiguer.