A pesar de decenas de recursos, mociones y malestar vecinal el equipo de gobierno no piensa rebajar, al menos de cara al año que viene, el Impuesto de Bienes Inmuebles del municipio (IBI). El Partido Popular rechazó ayer en Pleno la quinta moción que este año ha presentado en este sentido la oposición, a instancias del PSIB-PSOE o en bloque. Pero esta vez el alcalde, Carlos Simarro (PP), «rescató» el acta de una sesión del año 2007 en la que se aprobó por parte del equipo anterior el Plan de Saneamiento Municipal, que según Simarro, «preveía este aumento y que fue entonces rechazado por PP». Sea como sea ayer PP y oposición (Progressistes, Entesa y PSOE) se hecharon de nuevo en cara la responsabilidad de esta subida que, según denuncian los afectados, todavía se irá incrementando durante los próximos años.
Ordenanzas
En una sesión plenaria que se inició con más de media hora de retraso y sin la presencia del alcalde –que se incorporó a los 45 minutos– se aprobaron con los votos en solitario del Partido Popular una nueva ordenanza sobre horarios y actividades molestas que, según la oposición, «es copiada de cualquier otra y no contempla ningún tipo de zonificación», así como también, ya de forma definitiva, la nueva ordenanza de la ORA, que supondrá un importante aumento de las sanciones, aunque las tarifas serán más económicas para los residentes.
La oposición también criticó duramente la aprobación de un reglamento de uso para una nueva pista de skate que, según la izquierda «se ha mandado construir sin ningún concurso público».
Entre otros temas el PP rechazó también una moción conjunta de la oposición encaminada a instar al Govern la retirada del Decret Integrat de Tractament de Llengües (TIL).