Vecinos y residentes de Santa Ponça se quejan por la instalación de un kiosko-bar, así como de sombrillas y hamacas en la diminuta playa de Caló d'en Pellicer, conocida popularmente como platge petita de Santa Ponça.
El Ajuntament de Calvià ha adjudicado por un período de once años (2013-2023) la explotación de los servicios de temporada que comprenden un chiringuito, diez sombrillas de tipo polinesio y 20 hamacas.
Aunque se había sacado a concurso en años anteriores, la licitación quedaba desierta ante la ausencia de ofertas debido a la poca capacidad del enclave.
Los vecinos han expresado su malestar al considerar que apenas queda espacio para los usuarios que no quieran pagar por los elementos instalados así como por el ruido del generador que provee de electricidad al kiosko.
Desde el Ajuntament, la teniente de alcalde de Urbanismo y Turismo, delegada de la zona de Santa Ponça, Eugenia Frau, defiende la instalación de estos elementos en Caló d'en Pellicer ya que esta playa dispondrá ahora de un servicio de seguridad, salvamento y socorrismo, que deberá prestar el concesionario.
Asimismo, el adjudicatario deberá efectuar una limpieza diaria de toda la superficie de la playa, las duchas, así como la recogida de elementos flotantes en el borde del litoral. Otras ventajas para los residentes, según Frau, es la instalación de baños químicos y la mejora de los accesos para minusválidos.