La gestión de los puntos verdes del Pla dejará de estar totalmente mancomunada a partir de 2014. Aunque todos los municipios miembros (Santa Eugènia, Sencelles, Costitx, Llubí, Maria de la Salut, Sineu, Lloret, Algaida, Montuiri, Sant Joan, Petra, Vilafranca, Porreres y Ariany) seguirán compartiendo el coste del servicio de la recogida de voluminosos que se realiza en los puntos verdes, cada uno de ellos pagará aparte el tonelaje que produzca.
El sistema es similar al que se venía aplicando con la recogida de las basuras y pretende evitar que los municipios que no ejercen un control adecuado de sus puntos verdes se beneficien de las políticas de control del resto.
Los puntos verdes han venido dando problemas en la Mancomunitat del Pla desde hace tiempo. Algunos municipios como Costitx o Sant Joan tienen instaladas cámaras de videovigilancia y hay incluso quien, como Santa Eugenia, han innovado y disponen de tarjetas que controlan el acceso a sus recintos.
Punto marrón
En contraposición, en otros municipios del Pla no existe ningún tipo de vigilancia o sistema de control en los puntos verdes por lo que estos espacios se han convertido en lo que se conoce como un punto marrón en el que se acumulan todo tipo de enseres y basuras sin que exista una separación adecuada de los voluminosos.
El pleno de la Mancomunitat del Pla, aprobó ayer el cambio en el sistema de pago en el servicio de recogida de los puntos verdes y trató también otras cuestiones económicas que afectan a sus municipios.
Así, la Mancomunitat del Pla acordó también ayer adherirse a un tercer plan de ajuste con el objetivo de pagar a sus proveedores con un máximo de treinta días frente a los seis meses de demora que se acumulan ahora. «Ahora tardamos seis meses pero hace un año la situación era mucho peor aún con una demora de año y medio», explicó ayer el presidente de la Mancomunitat del Pla, Antoni Mulet.