Los franciscanos dejan Inca. A finales de verano, los tres religiosos que conformaban la comunidad de franciscanos TOR de Inca deben de haberse instalado ya en sus nuevas destinaciones, de manera que su convento en la capital del Raiguer quedará desocupado. Sólo tres religiosos acudirán a Inca de vez en cuando para decir misa o para encargarse de asuntos relacionados con el colegio, pero ninguno vivirá allí permanentemente.
La marcha se produce después de la reestructuración acordada en el último capítulo provincial. El padre Guillem Ramis, el superior de la comunidad de Inca, será nombrado rector de Llucmajor. El padre Bernat Nicolau marcha también a Llucmajor, y fray Jaume Campins, a La Porcíncula.
En la iglesia conventual únicamente se dirá misa los sábados, los domingos y los festivos, pero no cada día, como hasta la fecha. El colegio Beat Ramon Llull, probablemente la obra más significativa que legan los franciscanos a Inca, seguirá igual, con titularidad de la orden religiosa, pero con un profesorado y un director seglar.
Obra social y cultural
Los franciscanos se instalaron en Inca el 16 de enero de 1910, cuando el padre Pere Cerdà fundó una comunidad junto a otros tres miembros. Poco después pusieron en marcha la escuela, que en 1925 se fusionó con la Academia Técnica de Inca dando lugar al colegio Beat Ramon Llull. Generaciones de jóvenes de Inca y del Raiguer se han formado en ese reconocido centro.
Los franciscanos de Inca fundaron también, en 1913, el sindicato obrero La Pau, aun activo. Y la comunidad ha contado entre sus miembros al padre Miquel Colom, prestigioso filólogo, poeta y lulista, o al padre Martorell, uno de los músicos más reconocidos de Balears.