El alcalde de Inca, Rafel Torres, prometió ayer rebajar los impuestos los dos próximos años. Con esa medida, Torres se alinea con el ala del PP partidaria de disminuir ahora la presión fiscal y que encabeza el expresidente José María Aznar. De hecho, «en el PP de Inca somos ‘aznaristas'», reconoció el alcalde.
Torres no detalló el alcance de la bajada impositiva, aunque indicó que «principalmente afectará al IBI», el Impuesto sobre los Bienes Inmuebles, popularmente conocido como la contribución urbana. Puesto que no se contempla solicitar ninguna revisión del valor del catastro de Inca, el alcalde indicó que rebajará el tipo impositivo, el gravamen. En cualquier caso, las familias pagarán menos.
El aligeramiento tributario también afectará al Impuesto sobre los Vehículos de Tracción Mecánica y al Impuesto sobre las Construcciones y Obras, pero no a las tasas (como la de la recogida de la basura o la de la escoleta, por ejemplo), informó Torres.
Límites
El alcalde dijo también que la rebaja «está sujeta» a la legislación y a los diferentes planes de viabilidad financiera a los que se ha acogido el Consistorio inquer.
«No rebajamos los impuestos porque lo queramos, sino porque hemos cumplido estos dos años [anteriores]», dijo Torres refiriéndose a las políticas de austeridad. El alcalde se mostró confiado en «el compromiso y el carácter emprendedor» de los inquers», concluyó.