Desconcierto para algunos turistas o visitantes. Normalidad para los residentes en Campos. De esta manera, sin demasiados problemas, transcurría ayer el primer día de entrada en vigor de la zona azul en ses Covetes, gratuita para los campaners y de pago para los visitantes.
A primeras horas de la mañana reinaba todavía la calma. A las 10 horas ya era necesario sacar el tíquet o dejar a la vista, en el vehículo, la tarjeta amarilla que acredita la condición de residente y que exime de pago. Los técnicos de mantenimiento realizaban las últimas labores de comprobación de las máquinas expendedoras de los billetes –4 en toda la zona– y el agente encargado de efectuar el control de la ORA iba informando y aclarando las posibles dudas.
La mayoría de turistas no ponían ninguna objeción y una vez leído el letrero que avisaba de la puesta en funcionamiento desde ayer, sacaban el tíquet, mínimo de un euro para 60 minutos, 2 euros para 2 horas o un máximo de tres euros para tres horas. También se ofrece la posibilidad de adquirir un billete único para todo el día al precio de 5 euros.
La mayoría de campaners estaban al corriente de la noticia pero había algún que otro sorprendido o despistado que, ya en la playa, era avisado y tenía que regresar a cumplir con los trámites.
Con la aprobación de la Ordenanza Reguladora del Aparcamiento (ORA), el Ajuntament pretende hacer frente al problema histórico de coches mal aparcados en la zona de ses Covetes y de esta manera conseguir una rotación.
El servicio de estacionamiento regulado afecta a la calle Murters, Castell d'en Cato y los últimos 400 metros del camino de acceso a ses Covetes. El sistema que se sigue es el mismo que se aplica en sa Ràpita.
La zona azul entraba en vigor ayer y está operativa hasta el 15 de septiembre de las 10 a las 19 horas y de lunes a domingo. De todas maneras el Ajuntament ya informó que de cara al año próximo se estudiará ponerlo en marcha ya a principios de junio.
Según ha explicado el alcalde en diversas ocasiones, la implantación de la ORA se ha hecho de conformidad con propietarios de bares y restaurantes de la zona.
También existe otra alternativa, un aparcamiento privado un poco más caro, seis euros.