El municipio de Consell ha estado casi tres días sin suministro de agua potable debido a la rotura de las dos bombas del pozo municipal de Son Palou. Ayer por la tarde quedó restablecido el suministro con una bomba prestada, a la espera de recibir una bomba nueva mañana miércoles y poder reparar la segunda bomba dañada.
El alcalde de Consell, Andreu Isern (PSOE), achaca el corte de suministro a «un cúmulo de circunstancias» y es que las dos bombas, que funcionan simultáneamente, se rompieron con apenas dos días de diferencia. Si todo va sobre lo previsto, el Ajuntament no necesitará interrumpir nuevamente el suministro para instalar la nueva bomba que llegará el miércoles.
La avería le costará a las arcas municipales un mínimo de 30.000 euros y es que además de comprar una bomba y reparar otra, el Ajuntament ha tenido que extraer 200 metros de tubería para acceder al lugar de la avería.
El Ajuntament tratará de aclarar ahora si una avería reparada el sábado por la tarde en el transformador de Endesa, que está situado junto al pozo, tiene o no relación con la ruptura de las bombas.