La ciudad de Inca vivió ayer su Dijous Gros, «el Dijous Bo del mes de mayo», según recordó el alcalde, Rafel Torres (PP), que llenó las principales calles de la ciudad de actividades y cientos de personas que no se quisieron perder la cita que tuvo como principal objetivo la promoción económica de la ciudad. La iniciativa partió de los comerciantes y vendedores del mercado que se celebra todos los jueves en Inca pero que encontró el apoyo y la coordinación del Ajuntament de la ciudad.
El alcalde Torres dijo ayer por la mañana que, «después del éxito de la puesta en marcha del mercado payés en el que se puede encontrar animales y artesanía, los comerciantes creyeron que recuperar el Dijous Gros sería bueno para el comercio». Dicho y hecho, tanto Ajuntament como comerciantes se pusieron manos a la obra y han trabajado a destajo durante las últimas semanas para poder llevar a cabo el Dijous Gros, que se dejó de celebrar en el siglo XIX. De esta manera, los visitantes que se acercaron ayer hasta Inca se encontraron con el tradicional mercado de todos los jueves con más vendedores de lo habitual y con los comerciantes de la zona artesana vestidos a l'ample. Ya por la tarde, se organizaron una serie de actos que no terminaron hasta última hora.
Así, a partir de las 15.00 horas, la Associació Gent Gran de Inca realizó una alfombra de flores en la que se representó el escudo de la ciudad. A las 18.00 horas se celebró la actuación de los Caparrots que danzaron al son de la canción ‘Na Catalina de Plaça' y poco después se llevó a cabo la actuación de l'Orfeó l'Harpa d'Inca en la plaza d'Espanya.
La intención del Ajuntament y de los comerciantes es continuar con la celebración del Dijous Gros durante los próximos años. El alcalde apuntó que «este año ha sido la prueba para saber como funciona, pero después del éxito que ha tenido se repetirá durante los próximos años».