La celebración de la XXXIII edición de la Fira Agrícola i Ramadera llenó durante la mañana de ayer las principales calles del pequeño pueblo de Santa Eugènia de cientos de personas que no se quisieron perder la atractiva muestra local.
Además de los expositores de maquinaria agrícola y de animales, la feria de este año ha recuperado el Concurs d'Aviram Autòcton que ha llegado a su octava edición. Por lo que se refiere a la muestra gastronómica, este año el Ajuntament ha optado por prescindir de la carpa que se montaba en ediciones anteriores y han sido los propios restaurantes o bares los que han ofrecido una gran variedad de platos en sus establecimientos.
Pero los visitantes y vecinos de Santa Eugènia que ayer llenaron las calles del pueblo no sólo encontraron una muestra de productos artesanales. Los amantes del arte también disfrutaron durante la visita a la muestra local gracias a la iniciativa municipal que ha impulsado el primer recorrido artístico por Santa Eugènia.
La parte más cultural de la feria de este año se inauguró el sábado por la tarde y durante la jornada de ayer se pudieron contemplar las obras de cincuenta artistas que expusieron en 12 puntos emblemáticos del pueblo.