Después de hacerse pública esta semana que el Obispado había expulsado del clero al expárroco de Can Picafort, Pere Barceló, por un presunto delito de pederastia, los fieles de la localidad costera celebraron ayer el tradicional Domingo de Ramos con disparidad de opiniones sobre la situación del expárroco de la localidad.
Mientras que algunas personas que participaron en la misa de las doce de ayer y en la procesión de Ramos en las afueras de la parroquia apuntaron a una presunción de inocencia, otras criticaron el comportamiento de Pere Barceló y se mostraron contundentes al afirmar que «si ha hecho algo malo debe pagar por ello».
Aún así, los vecinos de Can Picafort se mostraron reticentes a hacer declaraciones y aseguraron que «estamos cansados de hablar de este tema. Pere Barceló hizo mucho bien en Can Picafort y aún se deben probar los hechos de los que se le acusa».
Actualmente, un juzgado de Inca también investiga el caso de Barceló por un presunto delito de pederastia.