Más de 30 personas se inscribieron el pasado sábado en el proyecto eco-turístico de crear un red de viviendas rurales para ser comercializadas como viviendas turísticas. La iniciativa nace en el pueblo de Santa Maria «como una necesidad de buscar alternativas para reactivar la economía local», según explicó la alcaldesa de la localidad, Rosa Vich, que inauguró la jornada informativa.
De esta manera, y después del encuentro del sábado al que asistieron unas 70 personas, se impulsará la puesta en marcha de la segunda fase del proyecto que consiste en crear un grupo de trabajo formado por todos los propietarios interesados en formar parte del proyecto cooperativista.
Los requisitos para poder formar parte de la red de casas de campo que se ofertarán turísticamente es que las viviendas deben ser respetuosas con el medio ambiente y promocionar la cultura y el paisaje. Después de crear el grupo de trabajo, los impulsores del proyecto pondrán en marcha la cooperativa para gestionar la iniciativa.