En poco menos de un año el Ajuntament de Alcúdia ha recibido dos importantes legados, el primero de ellos la finca de Sa Quarentena del empresario Feliciano Fuster y más recientemente 270.000 euros que una ciudadana francesa residente desde hace años en Alcúdia, Gilberte Garrouste, ha dejado en herencia al municipio con la idea de que el dinero se destine a las personas necesitadas y en especial a los discapacitados.
El equipo de gobierno municipal (PP - Carme García) dio cuenta ayer en el pleno municipal de ambas herencias y la oposición (PSOE y Convergència) se sumó a una declaración institucional de agradecimiento a la «generosidad» a Feliciano Fuster y Gilberte Garrouste, declaración que se aprobó por unanimidad.
Vivienda tutelada
En el caso de Gilberte Garrouste el Ajuntament valora la posibilidad de utilizar el dinero para adquirir dos pisos y destinarlos a fines sociales abriendo la que sería la primera vivienda tutelada en el municipio. «Aprovechando que los pisos tienen ahora un bajo precio pensamos que sería una buena opción porque siempre quedaría un bien material que recordaría la herencia de Garrouste», explica la regidora de Servicios Sociales, Carme García.
Por lo que se refiere a la finca de Sa Quarentena que el empresario Feliciano Fuster legó al Consistorio, la alcaldesa, Coloma Terrassa, explicó ayer que «ya se ha formalizado la herencia pero aún es pronto para decir qué se hará en el chalet o cómo funcionará».
La alcaldesa confirmó que el testamento sugiere que Sa Quarentena se destine a una finalidad cultural aunque puntualizó que «es una sugerencia que no es de obligado cumplimiento». No obstante Terrassa explica que «la idea es que se destine a un proyecto del ámbito cultural».
La alcaldesa Terrassa asegura que «aún es pronto para decir si se podrá visitar el chalet y mucho menos para dar fechas, de momento se ha formalizado la herencia».