Francisca Mora Veny (Porreres, 1971) hace poco más de una semana que se ha convertido en alcaldesa de Porreres por Convergència per les Illes (CxI) en substitución de Bernat Bauçà. Mora entró como regidora en el 2007 y se ha ocupado de diferentes áreas de gobierno.
—Bernat Bauçà sigue en su equipo de gobierno...
—Sí. Y tal vez muchos, como el mismo PP, creen que Bernat seguirá gobernando desde detrás. Pero se han equivocado yo tengo criterio propio. No voy a negar que tendré que consultarle algunas cosas. Pero pensamos que si salía del equipo de gobierno teníamos que ir a buscar a una persona ‘nueva' y que tenía que coger el ritmo de trabajo.
—¿Cuáles son sus retos de futuro?
—Me gusta vivir el presente. Ahora tendré que adaptarme, trabajar mucho en la burocracia que supone un cambio de alcalde. Hablar con los regidores, con los afiliados y el comité local que me dio su apoyo y de ahí sacar adelante el pueblo. Pese que ahora básicamente se tratará de mantener el pueblo, la buena imagen e intentar mejorar lo que sea posible y la economía local.
—Gobierna en minoría, esto le obliga al diálogo constante con la oposición.
—Este es un sobre esfuerzo que tendré que asumir. Tengo la responsabilidad del diálogo y el consenso. Me voy a sentar con ellos y explicarles las lineas básicas. No es tiempo de hacer floritures políticas. Con más consenso más pueblo. La crispación no nos lleva a ninguna parte, y en ningún momento voy a entrar en dinámicas de malos rollos.
—¿Cómo ve las imputaciones judiciales de los políticos, incluida la de Bauçà?
—Estos temas nos han servido para ver que la burocracia es muy complicada y que quien entra en un Ajuntament tiene que estar muy preparado. A mí la gestión económica es lo que me da más miedo en este nuevo reto. Antes, los alcaldes eran relaciones públicas, hoy tienen que hacer gestión económica.
—¿Cómo ha acogido el pueblo a su primera alcaldesa?
—Yo estoy muy contenta. Estos primeros días han sido intensos de trabajo, emociones. Mucha gente me ha deseado ánimo y coraje, principalmente. Creo que el pueblo es consciente de la situación complicada de cualquier ayuntamiento, en que se nos exige hacer más por menos. Los vecinos tienen que ver que les escuchamos y les damos una mano. En todo lo que pueda haré política de calle.
—Usted forma parte de la Plataforma per les Illes (PI). ¿Tiene futuro?
—La gente es consciente de que el espacio del PI es necesario, no gustaron las políticas del PSOE y ahora ven que con el PP tampoco funciona. Tiene que haber otra opción. Ahora nos pondremos en marcha con la campaña de afiliaciones.